Marzo de 1984, allí estaba con mi uniforme, conociendo nuevos compañeros y compañeras, en la última sala de los cuatro cursos del nivel. La letra D, identificaría a mi nuevo curso, la misma que curse desde que estuve en primero básico en la escuela...Estaba nervioso, no sabía como reaccionarían los antiguos alumnos del Colegio. Aquellos que venían desde educación básica, hoy separados para formar nuevos cursos con los alumnos que llegábamos desde otros colegios...Mi "aval" era la historia vivida por mi hermano mayor, que contribuyó a que mis primeros amigos, en el curso, fueran Mauricio Muñoz y Oscar Guerra. El hermano de Mauricio, había sido compañero de mi hermano, en el IV-A de 1980... Junto a Mauricio y Oscar, comencé mi integración con los más antiguos, encontrando a grandes y generosas personas que, sin duda, ayudaron a borrar mis prejuicios y mis miedos frente a la acogida que tendríamos los "nuevos" de colegios públicos, en un colegio que estaba transitando por un proceso de transformación, desde un colegio particular exclusivo, a un colegio particular-subvencionado, más inclusivo...
Luego de la primera semana, después de algunas actividades de integración, estábamos todos llamándonos por el nombre, el apellido o el apodo. Como no recordar al inolvidable Jorge Pizarro quien, con mucha personalidad pidió, seriamente, que lo llamáramos Mickel Jackson (su artista preferido)....La semana cachorra y sus actividades deportivas, nos motivó a organizarnos y trabajar en equipo. Así conocí a un "grande", por su generosidad, cariño y capacidad de integración con los nuevos alumnos. El gran, hoy Capitán de Marina, Alex Dominik. Su apellido y su pinta de "Cuico" solo fueron un prejuicio, dado que su actuar con los nuevos compañeros de curso fue de gran generosidad. Además, se sumo el cariño de Jaime "Chity" Lagos (hoy "La Leyenda"), la amistad de Oscar Guerra, Ivon Navarro, Marcela Nuñez, y otros compañeros que hacen de este recuerdo memorable...
La semana Cachorra sirvió para conocernos también, con los otros cursos. Los "nuevos", ya nos sentíamos más cómodos en el colegio, y las primeras fiestas contribuyeron a los primeros acercamientos amorosos. Era inevitable, entonces, que la prensa rosa del curso hiciera alarde de este contexto. Así es como me encontré un día abril, al llegar a la sala, con el primer panel y un hoja que titulaba "Chismes". Al leerla, aquel día, me reí muchísimo...No recuerdo cuanto tiempo estuvo ese panel con las notas y los "Chismes", quizás un par de semanas. Lo que si puedo asegurar es que un viernes decidí sacarla y guardarla como recuerdo. Hoy al leerla, nuevamente, vuelvo reír y me transporto a aquella sala de clases donde conocí a mis compañeros de curso de IV-D...
Pelao Saldes
